candela y poesía...

Arte, sociedad y ambiente, fusión incomparable

Especial de Cecilia Olivet

Ni la torrencial lluvia pudo parar las ganas de compartir el arte.

La Paloma vivió una verdadera fiesta de la cultura el último viernes de vacaciones de julio. Ni la lluvia que se descolgó desde la tarde pudo opacar las ganas de compartir, y al igual que el agua que cayó todo el tiempo, la afluencia de público fue igualmente insistente.
Esta celebración artística, primero tuvo como cede al Centro Cultural de La Paloma, nucleando a más de medio centenar de artistas locales y de Rocha, que expusieron fotografías, pinturas, esculturas, instalaciones, teatro y capoeira. La movida continuó en el boliche Siete Candelas, local que cedió gentilmente sus instalaciones para realizar un café literario, donde se congregó desde la poesía hasta el canto, en una tertulia inolvidablemente emotiva.
La sensibilidad de los expositores manifiesta en cada uno de sus trabajos, puso de relieve una marcada conciencia ambientalista y un compromiso con lo social desacostumbrado en la percepción que la sociedad en su conjunto, generalmente tiene de los jóvenes.
Lo más destacable de esta maravilla es que la idea surgió de un grupo de jóvenes artistas y luego creció como masa con levadura, esponjándose en la población y trasmitiéndose de boca en boca. La escasa incidencia que tuvo la prensa en la difusión de la actividad, no obstante, igualmente sirvió para alertar a AGADU, que no sólo hizo peligrar la realización del encuentro, sino que marcó su presencia ese día con religiosa puntualidad, pretendiendo cobrar los derechos de autor correspondientes a lo anunciado públicamente. Felizmente la cosa no pasó del susto y el inspector del ente devolvió con generosidad, el dinero que penosamente se había logrado juntar para pagarle. En este caso no correspondía el pago del derecho de autor, porque no sólo estaban presentes los autores de cada una de las obras expuestas, sino que además, todo era gratuito.
Gratamente sorprendida, constato una vez más que aquí, cuando hay un interés común, surgen casi espontáneamente magníficas muestras de capacidad organizativa. Cada uno ocupa un lugar sin necesidad de "cacicazgos". Somos tan indómitos, que no nos gusta mandar ni que nos manden, pero estamos siempre dispuestos para construir. La actividad del viernes, es una prueba de ello. Cuando queremos, podemos.
Mayor información podrán obtener próximamente en http://playainvernal.blogspot.com